En los últimos años y cada vez con mayor frecuencia, oímos hablar de transformación y competencias digitales y su importancia para las empresas y por tanto, dentro del mercado laboral, pero ¿Qué son y qué suponen estas competencias digitales? ¿En qué nos afectan? ¿Por qué las demandan las organizaciones? ¿Cómo podemos adquirirlas?

Estas y muchas otras muchas preguntas, nos vienen a la cabeza desde que comenzamos a vivir la vertiginosa llamada “revolución de la transformación digital”, que no solo ha cambiado nuestras vidas en el ámbito profesional sino también a nivel personal. Ya solo con el uso de la palabra –revolución–, podemos intuir la importancia de estos conceptos tan actuales hoy en día que afecta a Avance tecnológico y a Personas.

Y es que se ha implicado un cambio a nivel sociológico. Cambio que ha provocado una evolución en nuestra forma de pensar y entender las cosas, de proceder y actuar, lo que deriva lógicamente, en un cambio en las necesidades y habilidades tecnológicas que ahora demandan las organizaciones: las Competencias digitales, generando a su vez, un entorno en que las empresas saben qué tipo de perfiles necesitan, pero no dónde encontrarlos.

Definimos las competencias digitales como la capacidad de utilizar los conocimientos y las habilidades tecnológicas con el fin de desarrollar y optimizar los procesos mediante el desempeño eficiente y eficaz de las tecnologías de la información y la comunicación de manera crítica, creativa y segura para el logro de los objetivos relacionados con la empresa.

Para adquirir estas destrezas y habilidades tecnológicas que engloba el concepto de competencias digitales, y que como comentábamos, precisan y valoran las empresas para la consecución de sus objetivos, debemos centrar nuestros esfuerzos en saber qué herramientas digitales son de utilidad, cómo utilizarlas para poder acceder a la información, cómo procesar dicha información para su utilización en la comunicación, para generar contenidos en base a ella y de forma que aporte valor a nuestros clientes actuales y potenciales, procurando siempre la seguridad en todos los procesos con un fin común: la resolución de problemas.

Vivimos en un periodo de constantes cambios y adaptación al nuevo entorno de negocios digitales y para estar siempre al pie del cañón nuestros mejores aliados serán la curiosidad por el aprendizaje y la formación continua en competencias digitales que mejoren nuestras habilidades tecnológicas.